En mi casa hay un largo pasillo que está enfrente de mi cuarto donde hay un mueble con un gran espejo cuyo uso es especifico es para que todos los miembros de la familia lo usen para arreglarse.
Ahí, todos colocan sus cremas, maquillaje, perfumes, tónicos, mascarillas, colonias, etc, pero hace unos años atrás ese mueble todavía no existía y sólo e
ra una pequeña mesa donde sólo tenía encima una cosmetiquera blanca con rosa que le pertenecía a mi abuela y que estaba rodeada de algunos productos de mi mamá como de mi tía.
ra una pequeña mesa donde sólo tenía encima una cosmetiquera blanca con rosa que le pertenecía a mi abuela y que estaba rodeada de algunos productos de mi mamá como de mi tía.
A mi mamá la veía maquillarse frente del espejo del armario; a ella siempre le ha gustado mantener la cosa simple: polvo compacto, máscara para pestañas, rubor y un labial rojo. Tras revisar su maquillaje y acercase su rostro lo suficiente al espejo, tomaba su perfume Amarige, cuya fragancia la recuerdo con cariño puesto que su aroma lo identifico con mi infancia.
A veces abría la antigua cosmetiquera de mi abuela y veí
a sus cremas, leía para que servían y las volvía a guardar. Me preguntaba por qué las mujeres se pintaban las uñas y cuál era la necesidad de pintarse, así que con tal de ayudar, me ofrecía a pintarle la uñas a mi abuela aunque nunca lo lograba con éxito pues a mi edad de cinco años derramaba la pintura.
a sus cremas, leía para que servían y las volvía a guardar. Me preguntaba por qué las mujeres se pintaban las uñas y cuál era la necesidad de pintarse, así que con tal de ayudar, me ofrecía a pintarle la uñas a mi abuela aunque nunca lo lograba con éxito pues a mi edad de cinco años derramaba la pintura.
Pero conforme fueron pasando los años, todo esto me dejó de llamar la atención. Fui creciendo y poco a poco me acerqué a los libros. Todo el dinero que me daban lo gastaba en los libros que quería leer y de ese modo, mi librero fue llenándose. Hasta este punto, yo era de la firme convicción de que "El Maquillaje no es necesario. Sólo para eventos especiales, para que cuando lo luzca deslumbre". "No necesito el maquillaje, porque prefiero leer." Y esa era mi forma de pensar de ese entonces y no había nada que me sacara de eso.
No fue hasta que durante el primer año de la Universidad me percaté de algo: debido a mi creciente afición por los libros había subido de peso. Cuando las primeras fotos que me tomé con mis compañeros del salón salieron a la luz en Facebook me llevé un susto. ¿Cómo era posible que me viera tan...ancha? En mi cabeza, yo tenía una imagen diferente de mí. De hecho, creía que me veía más delgada y que me veía más finita.
El colmo fue cuando todo mundo se enteró quién era el chico que me gustaba (mi mejor amigo). No me daba pena decirles a todos quién me gustaba, pero lo que me dolía es que me decían: "Es difícil que le llegues a gustar cuando te ves así, ¿por qué no intentas verte como aquella chica?" Y me señalaban a una chica que lucía bonita a los ojos de todos.
Nunca me deprimí por eso, pero sí me enfadaba. No con ellos sino conmigo. ¿Por qué no hacía algo para lucir mejor? Y fue así que me lo propuse.
Comencé a jugar los juegos que hay disponibles para XBOX de Zumba y otros juegos de baile como Just Dance 2013 y 2014, y los tres juegos que sacó Ubisoft de Dance Central. Todos esos los jugaba después de llegar de clases durante una hora y media. Siempre tenía en mi cabeza: "No solo lo hago porque quiero verme bien, sino por que quiero verme sana".
Acomodé mi tiempo para leer libros en las horas en que tenía clases en la Universidad, cuando tenía tiempo libre en mi casa, veía videos de Michelle Phan y practicaba frente del espejo hasta que se viera lo más parecido.
Al inicio del segundo semestre de la Universidad, logré adelgazar y todo mundo comenzó a resaltar la diferencia que había. Pero comencé a tener otro problema: se me subió. Debido a que los pretendientes comenzaron a salir y los cumplidos empezaron a salir por todas partes, creí que estaría bien mostrarme más confiada y ser más bromista. Me alejé de los libros por un largo rato y me obsesioné por completo con los tutoriales de maquillaje que veía en YouTube. No fue hasta que lastimé a alguien con un comentario que hice y que mi mejor amigo se acercó para decirme que no era la primera persona que le señalaba que estaba mal mi comportamiento reciente. Que de hecho, dos personas habían coincidido en decir que "en cuanto adelgazara comenzaría a actuar más grosera".
Los humos se me bajaron. Me centré. Recordé quién era y la razón de por qué había adelgazado. Hablé con mis pretendientes de forma centrada, me tomé el tiempo para conocerlos y resultó que la mayoría de ellos sólo les interesaba el físico y no lo que pensaba o por lo que pasaba.
Y el chico que me gustaba (mi mejor amigo), yo también le gustaba. Nos entendíamos, me quería por mi físico como por la manera en que pensaba. Compartíamos los mismos gustos: el cine, las historietas, los juegos de vídeo, etc. Y por si fuera poco, entendía mi afición por los libros. Le gustaba escuchar desahogarme de todo título que leía y si existía una adaptación existente me llevaba al cine a verla. En fin, el caso que terminamos siendo novios.
¿Por qué recalco esto? Porque le gusté desde un principio. Él decía que le gustaba mi forma de ser y que era con quien más se entendía, pero cuando comencé a preocuparme por cómo me veía estuvo todavía más seguro que le gustaba.
Es aquí donde comprendí que debía de existir un equilibrio. Mucha gente los separa: O te maquillas o o lees. ¿Por qué debe de ser así? Aprendí que uno no sólo debe de lucir bien sino, sentirte bien contigo mismo.
Intento leer de todo: Filosofía, Superación Personal, Terror, Young Adult, Fantasía, Sagas, etc para conocer lo que me sea posible. Si alguien está hablando de un libro mucho, me gusta saber por qué hay tanto barullo por él, pero también me gusta leer los clásicos para saber los orígenes de la literatura. Y la filosofía, por otro lado, me fascina porque me invita a pensar.
Es por eso, en todo lo que hago, busco el equilibrio: Me gusta sentir que me veo bien por fuera y que me siento bien por dentro.
En mi casa hay un largo pasillo que está enfrente de mi cuarto donde hay un mueble con un gran espejo cuyo uso es especifico es para que todos los miembros de la familia lo usen para arreglarse. En el lado izquierdo coloco mis cremas, mascarillas, perfumes y maquillaje. Mientras que en el lado derecho, siempre estará el libro que estoy leyendo actualmente...
¿Les gustó la entrada?
¿Quieren más entradas así?
¿Cuál ha sido su experiencia?
Perdonen si fue algo larga, pero quería hacer algo diferente a lo usual.
Hola^^
ResponderBorrarMe ha gustado la entrada, estoy de acuerdo en que la clave es encontrar el equilibro, te pueden gustar ambas cosas.
besos!
Estuvo tan linda la entrada ♥ Estoy feliz de conocer éste lado de tí!
ResponderBorrarEs cierto cuando ves que las chicas están separadas por las que leen y las que se maquillan, la mayoría de las chicas que conzoco que les gusta mucho leer no se preocupan por su fisico y te salen con que los chicos de los libros son mejores, ¿será que solo están a mi alrededor o tú tambien conoces a chicas asi?
No tiene nada de malo que te maquilljes y leas a la vez, osea, el equilibrio de esas dos cosas te hace aun más atraciva.
Una chica bonita a los ojos de todos, cuando saca un libro de su bolsa es para todos una sorpresa y la ven hasta más inteligente :9
Yo tmabien soy de huesos anchos y me dicen lo mismo ¬¬ pero ahora estoy más delgada que todos los que me decian eso ♥ Fue divertido callarles la boca c:
Me encantó la entrada ♥ sí quisiera más entradas así xD se notó el cambio en tu físico pero hablando de los comentarios de ''esos otros'' ¿de qué rayos sirve el maquillaje y buen cuerpo si la persona no valora?
ResponderBorrarPerdona si te ofendo por lo que dices, esa no es mi intención, tú te diste cuenta de tu error y decidiste ser tu misma y hacer las cosas por ti desde el principio, eso es muy admirable :D
Me alegra conocer más de ti, ver que bloggers se muestren tal y como son ♥
Un beso
Hola!
ResponderBorrarMe ha encantado la entrada y poder llegar a conocerte un poco más. Yo estoy de acuerdo contigo, en todo tiene que haber un equilibrio. Yo nunca pensé que porque te gustarán los libros tenía que dejar de interesarte la moda o viceversa. En mi caso es que de verdad no me interesa, al igual que por ejemplo no puedo desarrollar el más mínimo interés en aprender a cocinar. Pero desde luego, nunca me atrevería a suponer que todo el mudo tiene que ser como yo o que no pueden gustarte las dos cosas. Mi hermana es el mejor ejemplo, le encanta el maquillaje y la moda, siempre está a la última y lee tanto o más que yo. Para mí, esas separaciones son bastante absurdas, por lo que me alegro mucho que ahora veas que las dos cosas no son incompatibles.
Un beso!
aww me ha encantado la entrada, yo antes no leía pero sí era muy coqueta y cuando empecé a leer más seguido no dejé de maquillarme ni arreglarme, no creo que tengan que estar separados, no tiene sentido, alguien que lee puede seguir arreglándose igual que alguien que juegue al futbol por ejemplo...
ResponderBorrar<3